LOS ULTIMOS SERAN LOS PRIMEROS
Homilia Obispo Juan Navarro Castellanos. 20 septiembre 2015
La enseñanza que nos propone Jesús este domingo es de suma importancia y, por ello, no debemos olvidarla: “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y servidor de todos”.
En la visión de Jesús, en su proyecto de salvación, no hay que mirar tanto a los que ocupan primeros puestos y tienen renombre, títulos y honores. Para Jesús son importantes los que, sin pensar mucho en su prestigio o en su reputación personal, se dedican sin ambición y con total libertad a servir, colaborar e impulsar el bien. No lo hemos de olvidar: lo importante no es quedar bien, sino hacer el bien, al estilo de Jesús.
Jesús les dijo con toda claridad: El que quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos. A la pregunta de quién es el más importante tal vez muchos responderán que son los que tienen cargos, títulos, dignidades y asientos reservados en las reuniones.
Jesús señala que la grandeza consiste en ser servidor de todos. La grandeza de las personas y la transformación de la sociedad, surge cuando somos cercanos y solidarios con los demás; cuando sabemos ayudar y abrir espacios de participación a los que son poca cosa, como los pobres y los niños.
Quien sirve a quienes son “poco” para la sociedad nunca se equivoca. Lo que caracteriza a los seguidores de Jesús es ser “el último y el servidor de todos”.
“Jesús tomó a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado». (Cf. Mc 9, 36-37)
Los que tienen la sabiduría de Dios, nos dice el apóstol Santiago, son puros y viven con sencillez, diríamos, con espíritu de niño. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios, nos dice Jesús en las bienaventuranzas. Pero estos son también amantes de la paz, comprensivos, llenos de misericordia y además son personas que dan buenos frutos.
Jesús nos invita a servir al mundo, a elevarlo, a darle un nuevo sentido. Nos invita a construir una sociedad en la que reine la justicia, la verdad, el amor y la paz. Todos estamos llamados a ser servidores de nuestros hermanos. La comunión, el amor y la solidaridad sintetizan el mandamiento fundamental de ámense los unos a los otros, como yo los he amado.
+ Juan Navarro Castellanos
Obispo de Tuxpan
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