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Tijuana (Agencia Fides) - “Existe una gran preocupación por la condición en la viven miles de migrantes actualmente a lo largo de la frontera entre México y los Estados Unidos. Con el cierre de las fronteras, debido a la pandemia de Covid-19, muchas personas han sido puestas en confinamiento solitario en hoteles y hostales, que ahora están cerca del colapso debido a la escasez de lugares. Otros están destinados a centros de detención. Sin la asistencia adecuada, el riesgo de contagio y la probabilidad de propagación del virus es muy alto. Además, los casos de violencia y discriminación se suman a la difícil situación en la que se encuentran estas personas”. Así lo informa en una entrevista con la Agencia Fides Esmeralda Siu Marquez, una misionera laica Scalabriniana que trabaja en la Casa del Migrante en Tijuana.
“Desde mediados de marzo – continúa -, los gobiernos de Guatemala, El Salvador y Honduras han pedido al gobierno mexicano que detenga la repatriación de migrantes para evitar la propagación del coronavirus en los países de América Central”. Según la información del Instituto Nacional de Migración (INM), de hecho, más de veinte mil migrantes han sido bloqueados en México desde la llegada de la pandemia a las Américas, de los cuales más de la mitad se encuentran en el norte del país y otros nueve mil se concentran en el sur.
Esmeralda Siu Márquez es coordinadora ejecutiva de la "Coalición para la Defensa del Migrante", una red de organizaciones civiles con sede en el estado mexicano de Baja California y que incluye seis centros donde se brinda asistencia, asesoramiento y defensa de los derechos humanos de los migrantes. “En esta zona fronteriza - señala la misionera -, tenemos varios flujos de migrantes que convergen regularmente desde Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. En menor medida, también llegan venezolanos, colombianos, cubanos y haitianos”. Mientras los países vecinos cierran sus fronteras a sus compatriotas, en México existe un trabajo colaborativo entre organizaciones civiles y organismos de inmigración: "En enero de 2020 - informa Márquez - el programa proporcionado a través de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP), será activo por un año para albergar a los migrantes centroamericanos mientras esperan que sus solicitudes se resolvieran en los Estados Unidos. A pesar de la emergencia sanitaria en curso – continúa -, estamos trabajando para evitar que los migrantes se expongan a más riesgos de los que ya sufren en su viaje a los Estados Unidos. La mayoría han adherido a un plan definido antes del 23 de marzo para adoptar medidas sanitarias y garantizar el distanciamiento social en las estructuras de recepción", aclara la coordinadora ejecutiva. Además, se han adoptado protocolos para tratar cualquier caso de coronavirus en lugares de refugio, "donde hay un acompañamiento específico del sector de la salud para canalizar de inmediato a quienes presentan síntomas a los centros de atención médica correspondientes". "Como misionera laica Scalabriniana - concluye Márquez - espero que el tema de la migración sea considerado como un fenómeno vital en este período de propagación del coronavirus, que servirá para fortalecer nuestra fe y reflexionar sobre valores como la hospitalidad y solidaridad como nuevas formas de convivencia"
(ES) (Agencia Fides 30/4/20209)
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