ÁFRICA/ERITREA - ¿La paz traerá la democracia? Expectativas sobre las reformas económicas, sociales y políticas
Asmara (Agencia Fides)- "La gente está feliz y contenta. El acuerdo de paz con Etiopía ha hecho que se cumpliera el sueño del encuentro de dos pueblos, que más que amigos, son hermanos". Así lo asegura un miembro de la Iglesia católica, quien por razones de seguridad, pidió a Fides permanecer en el anonimato. Según sus declaraciones, se respira un clima de entusiasmo entre los eritreos después del acuerdo entre Asmara y Addis Abeba firmado el 8 de julio tras 16 años de guerra y tensiones.
La paz todavía no ha traído la democracia en Eritrea. El régimen, uno de los más represivos del mundo, mantiene todo su poder. "Las demostraciones de júbilo fueron excepcionales", continúa el religioso. "Durante la visita del primer ministro Abiy Ahmed a Asmara se exhibieron más banderas que en el Día de la Independencia (28 de mayo de 1993). Sin embargo, los eritreos saben que estos acuerdos de paz no significan la implementación automática de reformas económicas, sociales y políticas. Temen que, como ya ocurrió después de la independencia, sus expectativas sean traicionadas una vez más".
Con los años, la guerra y las tensiones con Etiopía han sido una excusa que el Presidente Isaias Afeworki ha utilizado hábilmente para fortalecer su poder personal. Con el pretexto de un estado de emergencia, suspendió la Constitución de 1997, encarceló a opositores, ministros, intelectuales y a compañeros de partido que pedían el respeto por la democracia. Cerró la Universidad y militarizó el Estado, persiguió a líderes religiosos, y expulsó a los misioneros y a las ONG. En 20 años ha también ha provocado el éxodo de al menos dos generaciones de eritreos. "Por el momento no ha habido ninguna reforma interna y no creo que la habrá. Isaias es demasiado orgulloso como para rectificar. Solo si va al exilio podría habría haber alguna esperanza", indica el religioso.
Mientras tanto los eritreos sueñan al ver el enorme progreso de los últimos meses en la vecina Etiopía tras la llegada al poder de Abiy Ahmed. "El primer ministro etíope, -concluye la fuente de Fides- está realmente cambiando el país: ha promovido la reconciliación con los grupos étnicos excluidos del poder, ha liberado a los presos políticos, ha puesto en marcha reformas económicas, prometió elecciones libres y ha pedido la colaboración de los líderes religiosos. En Eritrea no se mueve nada. Los eritreos esperan que el hermoso sueño de la paz no se convierta en una nueva pesadilla".
(EC) (Agencia Fides 29/08/2018)
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