Ciudad del Vaticano, 17 de enero 2016 (Vis).- Después de rezar el Angelus el Papa saludó con gran afecto a los miembros de las comunidades étnicas presentes en la Plaza.
''Queridos migrantes y refugiados -dijo- cada uno de vosotros lleva en sí una historia de cultura, de valores preciosos; y por desgracia, también a menudo, de experiencias de miseria, de opresión, de miedo. Vuestra presencia en esta Plaza es signo de esperanza en Dios. No dejéis que os roben la esperanza y la alegría de vivir que brotan de la experiencia de la misericordia divina, gracias también a las personas que os acogen y ayudan''.
''Y ahora os invito a todos a rezar a Dios por las víctimas de los atentados de los pasados días en Indonesia y Burkina Faso. Que el Señor las reciba en su casa y sostenga el esfuerzo de la comunidad internacional para construir la paz'', finalizó Francisco rezando con todos los presentes un Ave María.
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