Por: P. Jorge Enrique Mújica, L.C.
Entre los muchos temas que los obispos católicos de Estados Unidos decidieron tratar en su asamblea anual (16 a 18 de junio de 2021) está “La aprobación de la redacción de una declaración formal sobre el significado de la Eucaristía en la vida de la Iglesia”. No es una especulación sino la información que la misma Conferencia Episcopal dio en su portal oficial y que ZENIT también dio a conocer.
El tema ha retomado notoriedad por tres hechos: 1) la división entre algunos obispos sobre la conveniencia de abordar el tema (visibilizada por declaraciones a medios y también por posicionamientos desde redes sociales como Twitter), 2) la coincidencia del paso del presidente Biden por Europa (justo en los días en que los obispos de Estados Unidos abordarán un tema que dice relación precisamente con el presidente del país); y 3) la narrativa que la prensa está haciendo sobre una supuesta indicación del Vaticano para que no se trate el tema en la asamblea episcopal.
Sobre el segundo asunto, Catholic News Agency atizó un poco más el fuego al dar a conocer información de fuente no revelada sobre una negativa de la Santa Sede a un supuesto pedido del presidente Biden de acudir a la Ciudad del Vaticano para entrevistarse con el Papa, aprovechando su gira por Europa. La negativa en concreto estaría relacionada no tanto con una audiencia privada sino con la petición de que Biden acudiera primero a la misa con el Santo Padre, lo que pondría en aprietos al Pontífice al momento de darle o no la comunión y más en la semana de la reunión de los obispos estadounidenses a la cual condicionaría de una u otra forma. CNA ha matizado la información inicialmente publicada pero la nota sigue ahí.
Sobre el tercer hecho, no han sido pocos los medios de comunicación, empezando por The New York Times, los que en vísperas del inicio de la asamblea de los obispos estadounidenses han construido una narrativa tendenciosa al presentar el encuentro de los obispos estadounidenses como un acto de desobediencia pues afirman que el Vaticano les pidió no tocar el tema.
Como publicamos en ZENIT el 12 de mayo de 2021 (véase “Biden, la comunión eucarística y la unidad de la Iglesia en Estados Unidos”), no hay una indicación u orden del Vaticano para los obispos estadounidenses sobre lo que deben evitar tratar en su asamblea de junio. Entre otras cosas debe hacerse notar que la carta es una carta privada -no un mandato o algo que se le parezca- entre el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Cardenal Luis Ladaria, y el presidente de los obispos estadounidenses, Mons. José Gómez, arzobispo de Los Ángeles. La carta es una respuesta a una serie de preguntas que previamente han sido formuladas por el arzobispo de Los Ángeles.
Hacer aparecer o presentar la asamblea de junio de los obispos estadounidenses como un acto de desobediencia o desacato es simplemente una manipulación de los hechos o un desconocimiento de la naturaleza de las cartas y la autoridad que tiene o no un cardenal que preside la Congregación para la Doctrina de la Fe.
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