Por: Valentina di Giorgio
Livorno es una pequeña diócesis de la Toscana italiana, una de las 20 regiones que conforman el país. Está cerca de una diócesis posiblemente más familiar en la geografía mental de muchos: la de Pisa, esa donde está famosa torre inclinada. No obstante su pequeñez, recientemente ha tenido relevancia informativa por una razón: su obispo autorizó las bodas en casa.
Fue mediante una nota jurídico-pastoral que el pasado 18 de junio de 2021 el obispo comunicó al clero y a los fieles de la diócesis que: “ya desde hace tiempo algunos fieles expresan el deseo de celebrar su matrimonio en los lugares de culto, como la Iglesia y los santuarios, con modalidades sobrias y simples, sobre todo por parte de quien ha celebrado un matrimonio solo civil o convive desde hace mucho tiempo. Estas celebraciones acontecen en la presencia de pocas personas y a veces solo con los testigos y fuera de los horarios de misa. Junto a las celebraciones de los matrimonios en los lugares de culto, que permanecen de todos modos ordinarias y que deben ser siempre preferidas, queremos ayudar a otros a remover los impedimentos de tipo cultural y moral, proponiéndoles un matrimonio religioso en un contexto familiar y simple, no excluyendo el doméstico. Esta posibilidad podría favorecer algunas elecciones por el matrimonio, sobre todo por parte de aquellos que tienen dificultad para celebrar “un tipo” de matrimonio impuesto por ciertos modelos culturales y sociales”.
Y a continuación el obispo subraya: “No se trata de regresar a celebrar matrimonios en la clandestinidad, siempre estigmatizados por la Iglesia, ni de encontrar lugares espectaculares, incluso en el contexto doméstico, como ya ciertos estereotipos culturales nos muestran de forma difusa a través de los medios de comunicación”. Y entonces, ¿por qué abrir esta posibilidad? Lo dice el mismo obispo: “Esta propuesta quiere mostrar una Iglesia que va al encuentro de las dificultades personales de sus fieles”.
El obispo de Livorno, Mons. Simone Giusti, faculta en la misma nota a todos los párrocos la facultad de asistir el rito del matrimonio en contexto doméstico (en casas). La nota se dio a conocer tras obtener el consenso del Consejo Presbiteral. La noticia fue publicada en la revista oficial de la diócesis.
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