Ciudad del Vaticano
El cardenal Sandri, acompañado por el Subsecretario del Dicasterio padre Flavio Pace, llegó al aeropuerto de El Cairo la tarde del miércoles 28 de octubre y fue recibido por el Representante Papal, Monseñor Nicolas Thevenin y por el Consejero de Nunciatura Monseñor Stefano Mazzotti. En el vestíbulo del aeropuerto el Cardenal Sandri pudo saludar a Su Beatitud el Cardenal Antonios Naguib Patriarca Emérito de Alejandría de los Coptos.
Durante la conversación entre los dos cardenales se recordó el décimo aniversario del Sínodo Especial de Obispos para la Iglesia en el Medio Oriente que vio al Cardenal Naguib como orador general y el Cardenal Sandri como uno de los Presidentes Delegados. Junto al Cardenal Naguib había una representación de religiosos egipcios, el Administrador Apostólico del Vicariato Latino, el Padre Elia Iskandar y el Obispo electo Monseñor Lurati.
El 29 de octubre el Cardenal Sandri permaneció en la Nunciatura Apostólica donde tuvo algunas reuniones con Su Beatitud el Patriarca Ibrahim Sidrak Patriarca de Alejandría de los Coptos sobre la situación de la Iglesia en Egipto y el resultado del recientemente concluido Sínodo de la Iglesia Patriarcal. Posteriormente, el cardenal recibió también a Su Beatitud Youssef Absi Patriarca de Antioquía de los greco-melquitas, que está en estos días en Egipto, con quien también habló de la situación de la Iglesia melquita y en particular de la situación en el Líbano y en Siria. Por la tarde el purpurado pudo recibir a todos los obispos del Sínodo Copto y a los otros prelados católicos de Egipto, en particular al vicario melquita Su Excelencia George Bakar, al obispo armenio Krikor Koussa, representante de la Iglesia Caldea.
El viernes 30, Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, recientemente nombrado Patriarca de Jerusalén de los Latinos, fue recibido en la Nunciatura. Al final de la tarde tuvo lugar la ordenación episcopal en la Iglesia de San José en Egipto. Presidió la ceremonia litúrgica el Cardenal Sandri, y con él concelebraron Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa y el Nuncio Apostólico en Egipto Monseñor Nicolás Thevenin, en presencia de muchos otros obispos coptos y otras Iglesias presentes en Egipto y especialmente los Patriarcas Coptos y Melquitas Católicos.
En su homilía, el purpurado dijo que “estamos aquí reunidos para un evento de gracia singular, que implica en el don del Espíritu Santo la existencia personal de un discípulo del Señor, el sacerdote Claudio, llamado a ser el guía y pastor de la comunidad católica latina en todo Egipto. Se nos invita, dijo, a contemplar el amplio horizonte de lo que está sucediendo y las coordenadas de espacio y tiempo que nos ayudan a orientarnos en él. Claudio fue llamado a entrar en el colegio apostólico por el Sucesor de Pedro, el Santo Padre Francisco, y en éste ser corresponsable de la custodia del depositum fidei y de la acción evangélica: se resume en el deseo de compartir con todos la alegría de haber encontrado a Cristo y de haber descubierto en la relación con Él, Crucificado y Resucitado, la salvación, una vida amorosa y redimida llamada a ser nueva cada día convirtiéndose en un signo de su presencia”.
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