(zenit – 12 sept. 2020).- Hoy la Iglesia celebra la fiesta del Dulce Nombre de la Virgen María. En zenit, el sacerdote español Alejandro Vazquez- Dodero relata los orígenes del nombre de Nuestra Señora y de esta fiesta.
En una de sus conocidas homilías san Bernardo Abad anima así a invocar el nombre de Nuestra Señora: “En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María”. Sugiere recurrir a María –en arameo מרים Mariam–, pronunciando su nombre. Ese es el nombre que nos presentan los evangelios cuando quieren referirse a la madre de Jesús de Nazaret.
El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad, instituida a fin de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Virgen, sus necesidades y las de la Iglesia. Y le den gracias por su omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de Nuestra Señora.
Un nombre muy especial
El evangelista san Lucas revela el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: “Y su nombre era María”.
En el idioma egipcio, que fue donde primero se utilizó el nombre de María, significa “la preferida de Yahvé Dios” (ref. Éxodo 15, 20). Traducido del hebreo, “Miriam” significa doncella, señora, princesa, hermosa.
De otro lado, el nombre María está relacionado con el mar, al guardar las tres letras semejanza fonética con María.
También tiene relación con “mirra”, que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de origen africano que produce incienso y que perfuma el ambiente.
Hay quienes, de otro lado, y aunque parezca algo triste o poco luminoso, sostienen que puede significar “mar amargo”, por la situación de amargura en que vivía el pueblo de Israel en su época. Recuerda que muchos israelitas ponían a sus hijos los nombres que mejor expresaran las situaciones sociales y económicas en que vivían.
Sin embargo, y por encima de todo, María, en el idioma popular, significa “la iluminadora” según referirá San Jerónimo.
Celebración de la fiesta
Cuenta la tradición que el origen de la fiesta del Dulce Nombre de María, celebrada en la Iglesia desde inicios del siglo XVI, hay que referirlo al momento en que los padres de la Virgen –Joaquín y Ana– le impusieron ese nombre.
A finales del siglo XVII el papa Inocencio XI declaró oficial una fiesta que se celebraba en España durante muchos años, y que es la del Dulce nombre de María.
Se cuenta que la primera diócesis que celebró oficialmente la fiesta fue la española de Cuenca. Pero la onomástica del Dulce nombre de María tiene fecha propia, el 12 de septiembre.
Hay muchas “Marías” que celebran su fiesta durante este día y no el 15 de agosto o cualquier otra fiesta mariana. A todas ellas, que lucen el nombre de tan dulce y hermosa Madre: “felicidades”.
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