Nuevos llamamientos por el fin de la violencia y el respeto de la vida y los derechos humanos
Bogotá (Agencia Fides) – “Deseo expresar mi preocupación por las tensiones y los violentos enfrentamientos en Colombia, que han provocado muertos y heridos. Son muchos los colombianos que están aquí: oremos por vuestra patria” ha dicho el Papa Francisco al final del Regina Caeli ayer, domingo 9 de mayo, en la Plaza de San Pedro.
Siempre ayer en Bogotá, los líderes religiosos se reunieron con el Presidente de la República, Iván Duque Márquez, y tras ello hicieron un llamamiento común al Gobierno Nacional para superar la difícil situación en la que se encuentra hoy el país. En esta reunión participó la Iglesia católica, representada por monseñor Elkin Fernando Álvarez Botero, obispo de Santa Rosa de Osos y secretario general de la Conferencia Episcopal (CEC), y el padre Jorge Bustamante Mora, secretario adjunto de la CEC.
En el mensaje recibido también en la Agencia Fides, los líderes religiosos reiteran la importancia del diálogo y de la unidad para superar la violencia, piden buscar caminos que pongan fin a los bloqueos que afectan a millones de familias, rechazan el abuso que algunos miembros de la fuerza pública están causado pero también agradecen la tarea de esta misma fuerza pública para garantizar la protesta pacífica e instan al gobierno a continuar y reforzar los programas sociales para los más vulnerables.
“Expresamos nuestro apoyo a las instituciones en la búsqueda de procesos de diálogo que permitan avanzar en la solución de las necesidades de los más pobres, así como su rechazo total a cualquier forma de violencia, provenga de donde provenga” escriben los líderes religiosos, que reiteran: “Apoyamos el ejercicio de escucha mutua, el diálogo constante y abierto que ha iniciado el Presidente de la República con los representantes de distintos sectores, tanto a nivel nacional como regional para construir de manera conjunta soluciones que permitan atender las necesidades de los colombianos y rechazamos cualquier incitación a la violencia, el odio, la discordia y la destrucción de nuestra sociedad”.
Por último reconocen en el Presidente y las instituciones la legitimidad de la autoridad en la nación y expresan satisfacción por el inicio de los diálogos, especialmente con los jóvenes para generar oportunidades reales de empleo, educación y bienestar. “Invitamos a la construcción de acuerdos que permitan superar la emergencia sanitaria del COVID-19, y aprovechar la oportunidad para impulsar una economía más incluyente que abra espacios al empleo y al emprendimiento sostenible y estable”.
Desde el 28 de abril, Colombia vive una grave situación de tensión y violencia. Se han multiplicado las manifestaciones pidiendo la retirada del proyecto de reforma fiscal propuesto por el gobierno, que habría tenido graves consecuencias para la clase media y los más pobres. Las protestas pacíficas han degenerado en enfrentamientos, violencia y vandalismo por parte de algunos grupos, con muertos y heridos, reprimidos con excesiva violencia por algunas fuerzas públicas.
“Como Iglesia misionera, como religiosos y colombianos, ante estas situaciones de profundo dolor, no somos indiferentes -escriben a la Agencia Fides los estudiantes redentoristas de Colombia-. Acompañamos a cada persona que se ha sumado a las marchas pacíficas, estamos con el pueblo que grita y sufre en medio del dolor, la injusticia, la rabia y la desesperación. Asimismo, repudiamos y condenamos enérgicamente cualquier acto de represión y abuso que atente contra la vida y la dignidad de cualquier persona, pero especialmente de nuestros hermanos y hermanas más pobres y desfavorecidos. Como Iglesia estamos presentes, acompañamos a las personas, denunciamos y exigimos el fin de la violencia y el respeto a la vida. No toleramos el autoritarismo ni el vandalismo”.
Sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas, y un buen número de laicos, se han unido a esta causa, continúa el testimonio, la Iglesia colombiana ha lanzado un llamamiento a la reconciliación nacional, al diálogo y a la búsqueda de alternativas pacíficas en beneficio de todos. Recordando las palabras de San Oscar Arnulfo Romero y los llamados del Papa Francisco, el mensaje concluye: “No es posible que como Iglesia seamos artífices y partícipes de la división, la violencia y el odio, ya que el gran Revolucionario de la Historia, Jesús, nos enseñó que cambiar las estructuras de la muerte es posible, nunca con la promoción del odio y la violencia; sí con el amor, el compromiso, la misericordia y el perdón”.
(SL) (Agencia Fides 10/05/2021)
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