Ciudad del Vaticano
“El Papa confía en que en el proceso de aplicación de las indicaciones sinodales, la vida religiosa asuma la misión y se sienta llamada a caminar con los pueblos de la Amazonia”, lo dijo el Cardenal Claudio Hummes, Presidente de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), y de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA) en el marco del Seminario Virtual sobre Vida Religiosa y Amazonía, que reflexionó sobre el tema “Amazonía: Nuevos Caminos para la Vida Religiosa y una Ecología Integral”, evento organizado por la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) con el objetivo de profundizar y aplicar las iluminaciones del Sínodo de la Amazonía para la vida religiosa a la luz del proceso sinodal.
En el artículo publicado por Religión Digital a cargo de su corresponsal en Brasil, Luis Miguel Modino, el Cardenal brasilero recordó que, "la Iglesia es esencialmente misionera, como nos recordó el Concilio Vaticano II, siguiendo el mandato de Jesucristo de proclamar el Evangelio". Según el Presidente de la REPAM, el Papa Francisco retoma este mandato misionero para nuestro tiempo en su documento programático, Evangelii Gaudium, donde aparece que "hoy todos estamos llamados a esta nueva salida misionera". Además, según el Cardenal Hummes, "el Sínodo especial para la Amazonia nació de este impulso misionero del Papa Francisco", por ello, el Papa intuyó que la Iglesia misionera en Amazonia necesitaba ser relanzada, y esto se fue desarrollando hasta la decisión de convocar un Sínodo para la Amazonia.
Para el Cardenal brasileño, "el Documento Final del Sínodo y Querida Amazonia, son documentos que continúan todo este proceso y lo iluminan, insistiendo en el relanzamiento de la Iglesia en la Amazonia, una Iglesia en salida misionera, inculturada e intercultural, con rostro amazónico, que debe cuidar nuestra casa común, en un proyecto de ecología integral". Ambos documentos muestran las claves de cómo debe ser esta misión de la vida religiosa en la Amazonia, hablando de apostar por una vida religiosa con identidad amazónica, fortaleciendo las vocaciones indígenas. Por ello, "la vida consagrada debe tener el coraje evangélico de priorizar la misión". Esta misión, según el Cardenal, requiere caminar junto con todos, pero preferentemente con los pueblos indígenas y los pobres y vulnerables de la región, sin renunciar a la propuesta de fe que recibimos del Evangelio, llevando a los demás la propuesta de vida nueva, anunciando a un Dios que ama a todo ser humano.
Hermana Cannavina: discernir compromisos en defensa de la vida
La Secretaria Ejecutiva de la CLAR, Hermana Daniela Cannavina, señaló que, “el objetivo es poder profundizar y aplicar las iluminaciones del Sínodo de la Amazonía para la vida religiosa, intentando favorecer el encuentro y la reflexión colectiva con la vida religiosa, pero también incluyendo a los laicos y laicas que hacen camino en la Amazonía, sumando la dinámica de escucha de las realidades amazónicas, siempre a la luz del proceso sinodal”. Se trata, afirmó la Hermana Cannavina de “discernir compromisos concretos en defensa de la vida en la Amazonía, que nos dispongan para la misión en red y en itinerancia, que son dos puntos centrales”.
El Seminario ha sido dirigido, recuerda la Hermana, “a la vida religiosa que tiene presencia en la Amazonía, o a aquellos que quisieran tenerla, para poder hacer este tejido en red”, en una coyuntura en la que se destaca “la importancia cada vez más creciente de la Amazonía en el contexto local e internacional y en la salvaguarda del planeta, en contradicción con el creciente riesgo de devastación de su biodiversidad, de sus comunidades ancestrales y urbanas”.
Padre Bossi: crear espacios para defender la Amazonia
Por su parte, el Padre Dário Bossi señaló que, en ese contexto la pandemia del COVID-19 ha llegado como un nuevo ataque, que se suma a un ataque estructural, explicitando y amplificando las desigualdades. La pandemia evidencia el racismo estructural que existe en nuestras sociedades. Frente a las crisis, Dário Bossi destaca la fuerza de la organización social y comunitaria, que muestran soluciones esperanzadoras, con organismos que presionan a los estados desde el punto de vista judicial y de incidencia política, con mayor organización política de los pueblos indígenas y valientes posicionamientos eclesiales. En ese sentido citaba algunos ejemplos, como la Asamblea Mundial por la Amazonía, como espacio de encuentro, la Campaña Amazonízate, las denuncias internacionales, en el campo político y financiero, la autoprotección de líderes y comunidades amenazadas, o el compromiso urgente y concreto de la CLAR, de presionar para que sea aprobado el Acuerdo de Escazú.
Birgit Weiler: crear y fortalecer la conciencia amazónica
Asimismo, la religiosa Birgit Weiler afirmó que, la Vida Religiosa está llamada a contribuir para que se fortalezca la conciencia amazónica. La religiosa destacaba la importancia de “la escucha en el proceso sinodal que nos transforma a Cristo y a su Evangelio”, ayudando a “hacer realidad un camino de transformación que Dios quiere hacer en nosotros”. Es necesaria una metanoia, una conversión de mente y corazón, en relación con Dios, con la Tierra y con los otros, insiste la perita sinodal, que ve necesario escuchar el grito de la Tierra, pero también los mensajes de vida que hay en medio del sufrimiento.
Como Iglesia, recuerda la Religiosa, es necesario “ser aliados de quienes saben el valor de su territorio y protegen la Amazonía. Escuchar el clamor de la Tierra y de los pueblos, que es el mismo, y hacerlo junto con los pueblos, como compañeros de lucha”. La Hermana Weiler reflexionaba sobra la importancia de los sueños en algunos pueblos amazónicos, su potencial transformador, llevando a descubrir sus potencialidades de resistencia, de resiliencia, en medio de las amenazas. En ese sentido, afirmaba que “los sueños presentados por el Papa Francisco nos muestran que las cosas pueden ser diferentes, nos alientan”. Eso se concreta en las diferentes dimensiones, como es la dimensión social, que debe fomentar el diálogo, o la cultural, basada en la idea del poliedro amazónico, del que habla el Papa Francisco en el número 29 de Querida Amazonía, que nos llama a ver la Amazonía como laboratorio donde aprender a convivir en la diversidad, a transformar espacios de violencia, de trata de personas, de hambre, como lugar teológico, a tener el buen vivir como fuente de inspiración.
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