El Evangelio forma parte del llamado “Sermón de la Comunidad” y retoma el tema del perdón y la reconciliación. Jesús insiste porque sabe que, en ocasiones, no es fácil perdonar. Olvidar los insultos y las ofensas parece una tarea casi imposible. Muchos dicen: “perdono, pero no olvido”. Alimentar nuestro corazón de estas justificaciones, divide y hace mucho daño.
Por eso hoy, una vez más, nuestro Maestro Jesús nos habla de la necesidad de perdonar a nuestros hermanos y de reconciliarnos con ellos. Pedro pregunta: ¿cuántas veces debo perdonar? El siete es un número que indica perfección. Jesús va más allá y responde: “setenta veces siete”, es decir, “setenta veces siempre”. No hay límite para el perdón porque, así como recibimos el perdón de Dios, así debemos perdonar a nuestros hermanos.
No es la confrontación y la guerra las que nos salvarán como humanidad. Son el perdón y la reconciliación las que nos permitirán amar una vez más a nuestra familia, a nuestros amigos y amigas. Ante cada ofensa o insulto, recuerda perdonar setenta veces siete, es decir, perdonar setenta veces siempre.
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