VATICANO, 08 Mar. 20 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco dirigió el rezo del Ángelus este domingo 8 de marzo en forma insólita, de acuerdo con las disposiciones del Gobierno italiano que piden evitar aglomeraciones como medida cautelar para prevenir más contagios del coronavirus.
“Es un poco extraño esta oración del Ángelus de hoy con el Papa ‘enjaulado’ en la Biblioteca, pero yo los veo, les soy cercano”, indicó en forma espontánea el Santo Padre desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano en transmisión televisiva en vivo.
En esta línea, el Pontífice señaló en forma espontánea que “este modo de hoy de rezar el Ángelus lo hacemos para cumplir las disposiciones preventivas, para evitar pequeñas multitudes de personas, que pueden favorecer la transmisión del virus”.
El #PapaFrancisco reza por primera vez el Ángelus desde la Biblioteca del Palacio Apostólico y no desde la ventana para evitar aglomeraciones en la Plaza de San Pedro de acuerdo a las disposiciones de las autoridades italianas para evitar contagios #coronvirusitalia #COVID2019 pic.twitter.com/DD08bOPbzZ
— Mercedes De la Torre (@mercedesdelat) March 8, 2020
Tras su reflexión del Evangelio del segundo Domingo de Cuaresma que relata el episodio de la Transfiguración de Jesús y después del rezo de la oración mariana, el Santo Padre reiteró su cercanía “con la oración a las personas que sufren por la actual epidemia de coronavirus y a quienes los cuidan”.
“Me uno a mis hermanos Obispos en el animar a los fieles a vivir este momento difícil con la fuerza de la fe, la certeza de la esperanza y el fervor de la caridad”, añadió el Papa quien alentó para que “que el tiempo de Cuaresma nos ayude a dar a todos un sentido evangélico también a este momento de prueba y de dolor”.
Por último, el Papa Francisco decidió asomarse desde la ventana de la Biblioteca del Palacio Apostólico para bendecir a las personas que estaban en la Plaza de San Pedro.
Medidas cautelares
La Oficina de Prensa de la Santa Sede informó que la Audiencia General del próximo miércoles 11 de marzo también “se llevará a cabo del mismo modo” para evitar “los riesgos de difusión del COVID-19 provocados por las multitudes de personas durante los controles de seguridad para el acceso a la plaza, como solicitan las autoridades italianas”.
Además, el comunicado vaticano difundido el 7 de marzo anunció que la participación a la celebración de la Misa del Papa en la Casa Santa Marta “será suspendida” hasta el domingo 15 de marzo “en conformidad a lo establecido por la Dirección de Salud e Higiene del Vaticano” por lo que “el Santo Padre celebrará en privado la Eucaristía”.
De acuerdo con las cifras actuales publicadas por el Ministerio de Salud italiano, el número de personas en todo Italia que hasta ahora han resultado positivos en los análisis del coronavirus son 5.883, de los cuales 589 se han curado y 233 han fallecido. La mayoría de los casos han ocurrido en el Norte de Italia.
Por ello, el Gobierno italiano emitió un decreto el pasado 4 de marzo en el cual suspendieron las clases en todos los centros educativos del territorio nacional hasta el próximo 15 de marzo, estableció una distancia mínima de un metro entre personas y suspendió todos aquellos eventos que impliquen aglomeraciones de personas, entre ellos, los eventos deportivos.
Por su parte, la Diócesis de Roma también acordó una serie de medidas preventivas: la comunión obligatoria en la mano, la suspensión del rito de la paz en la Misa y el vaciado de las pilas de agua bendita. También acordó suspender todos los actos pastorales no sacramentales, como catequesis, ejercicios espirituales o cursos prematrimoniales.
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