Por: Enrique Villegas
A raíz de la crisis migratoria en México, especialmente por el paso rumbo a Estados Unidos de centroamericanos y personas procedentes de Haití, los obispos mexicanos habían solicitado una audiencia a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) para presentar el informe que realizó la oficina de “movilidad humana” de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM). La CIDH no aceptó la petición.
El informe de la CEM recoge datos de las casas y albergues para migrantes que la Iglesia atiende. La CIDH tendría su 181 periodo de audiencias sobre el tema de la protección de personas en movilidad y en ese contexto la Iglesia en México deseaba hacerse presente. Sin embargo, han excluido a una de las instituciones que más hace por los migrantes y que mejor les representa pues está con ellos a través de cientos de laicos católicos, sacerdotes y religiosas.
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