Kaohsiung (Agencia Fides) - “Cristo está vivo y te quiere vivo”, y desea que cada joven esté dispuesto a testimoniar su fe y esperanza en la sociedad: este ha sido el tema central de la reunión de la Juventud Vicentina Mariana (Vincentian Marian Youth, VMY), que cientos de jóvenes del movimiento han vivido en Kaohsiung, Taiwán, del 16 al 19 de julio. Como ha informado a la Agencia Fides el padre Rindo Karippai, misionero Vincentino en Taiwán, uno de los acompañantes de los jóvenes - junto con otros sacerdotes, religiosas y laicos – “el encuentro ha sido un proceso de catecumenado, que ha tenido como finalidad, ayudar a los jóvenes a crecer en su fe”. “Inspirados por la Palabra de Dios, los jóvenes están motivados a emprender una vida de constante conversión y apego a Cristo”, ha afirmado el padre Karippai.
En el encuentro, la juventud católica taiwanesa ha podido vivir momentos intensos de formación en la fe, oraciones y una serie de actividades de grupo para la profundización y la renovación de la propia vida espiritual.
El movimiento VMY tiene un alcance universal. Nacido dentro de la gran familia carismática vinculada a san Vicente de Paúl, su historia está vinculada a la evolución de la Compañía de las Hijas de la Caridad y de los Sacerdotes de la Congregación de la Misión (CM). Surgió en Francia en 1835 y recibió la aprobación pontificia en 1847, difundiéndose en diversas partes del mundo.
Todos los miembros del movimiento VMY contemplan en María la voluntad de los jóvenes de imitar las virtudes características de la asociación: transparencia (pureza o sencillez), colaboración (humildad) búsqueda de la voluntad de Dios (obediencia), sensibilidad para con los pobres (caridad).
La consagración mariana propuesta a los jóvenes refuerza la consagración bautismal y el camino de crecimiento en la propia fe, según el lema: “A Jesús a través de María”. Hoy el movimiento juvenil está presente en 40 países con más de 200.000 miembros. “Con María como nuestra guía y San Vicente de Paúl como nuestra fuente de inspiración - afirman los jóvenes - entregamos el corazón al mensaje de Jesús en el Evangelio de Lucas: Aquí estoy, envíame”.
(SD) (Agencia Fides 21/7/2020)
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