(ZENIT – Roma).- Para conmemorar el “Día de los Difuntos” la Casa del Migrante Nazareth de Nuevo Laredo, México, ha realizado la celebración de una misa por todos aquellos que han muerto en su intento por cruzar la frontera de Estados Unidos.
Lo indicó la agencia de noticias Fides precisando que Mons. Enrique Sánchez Martínez, obispo de Nuevo Laredo, presidió la celebración eucarística durante la cual subrayó la difícil situación de los migrantes, de forma particular de aquellos centroamericanos.
“Son presa fácil de la inseguridad que prevalece en varios estados de la nación” dijo, reiterando que “hemos pedido a las autoridades que busquen programas de protección para evitar ese tipo de abusos”. Por último pidió una oración “por todos los migrantes que han fallecido, muchos de ellos anónimos, sin identificar, que son muchos…”.
La Casa del Migrante Nazarath de Nuevo Laredo ha acogido a más de siete mil migrantes solo en este año 2016. Más del 60 por ciento son de origen mexicano, de estados como Oaxaca, Chiapas, San Luis Potosí, Durango, Veracruz y Tamaulipas; el resto son extranjeros procedentes de países como Honduras, El Salvador y Nicaragua. La Casa los acoge por 3 o 4 noches, ofreciéndoles comida y ropa limpia además de la posibilidad de llamar a sus familiares, de este modo pueden descansar y continuar con su camino.
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