Redacción
Ante el anuncio de la Caja Costarricense del Seguro Social de distribuir libremente la así llamada “píldora del día después”, un método que supone el acceso a la anticoncepción de emergencia, los obispos costarricenses se han pronunciado pues esta disposición supone que el fármaco abortista estará a disposición de cualquier mujer que lo solicite.
Tras reafirmar el carácter sagrado de cada vida humana, independientemente de la etapa de desarrollo en la que se encuentre, los obispos manifiestan preocupación por “las políticas en contra de la defensa de la vida promovidas en los últimos años y especialmente por este gobierno”. Sobre la “píldora del día después” dicen que “ejerce un mecanismo que impide que el óvulo fecundado, que es un embrión humano, se implante en la pared uterina”.
De ahí que exhorten “a los profesionales de la salud a que puedan dar testimonio de defensa de la vida por medio de la objeción de conciencia”.
Los obispos finalizan su mensaje citando al Papa Francisco quien en la exhortación Amoris Laetitia escribió: “La Iglesia rechaza con todas sus fuerzas las intervenciones coercitivas del Estados en favor de la anticoncepción, la esterilización e incluso el aborto. Estas medidas son inaceptables incluso en lugares con alta tasa de natalidad, pero llama la atención que los políticos las alienten también en algunos países que sufren el drama de una tasa de natalidad muy baja”.
Con una población total de 5 millones de habitantes, el índice de natalidad en Costa Rica es de 1,75 hijos por mujer. La fecundidad de reemplazo en situaciones ordinarias es de 2.1 hijos por mujer, promedio mundial.
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