Yakarta (Agencia Fides) - Aumenta la tensión en la provincia indonesia de Papúa (llamada Irian Jaya), en el este de Indonesia, atravesada por fermentos separatistas pero también escenario de una protesta general de la sociedad civil por los abusos y violaciones de los derechos humanos llevados a cabo por los militares del ejército indonesio. El gobierno de Yakarta está a punto de desplegar un contingente de 400 soldados en la provincia indonesia de Papúa para luchar contra los grupos separatistas papúes armados. El despliegue de fuerzas se produce tras la decisión del gobierno indonesio de calificar oficialmente de “terroristas” a los grupos separatistas armados locales. Anunciada públicamente por Mahfud, ministro de Asuntos Políticos, Jurídicos y de Seguridad, la decisión estaba motivada por la urgencia de “erradicar los actos criminales de terrorismo” de la provincia.
Se sabe que en la provincia de Papúa existe el Ejército de Liberación Nacional de Papúa Occidental, brazo armado del Movimiento Papúa Libre (FPM). El FPM ha reivindicado en repetidas ocasiones la responsabilidad de los ataques contra personal militar y civiles desarmados en diferentes partes de las provincias de Papúa. La decisión de Mahfud ha sido plenamente respaldada por grupos y partidos políticos, incluidas algunas organizaciones de la sociedad civil, que han acusado a los separatistas armados de cometer numerosos actos de violencia contra las fuerzas policiales, pero también contra el personal civil. El episodio que impulsó a Yakarta a actuar fue el asesinato del jefe de inteligencia residente en Papúa, el general Putu Danny Karya Nugraha, que murió en una emboscada del Ejército de Liberación Nacional de Papúa Occidental en Puncak el 24 de abril.
Por otro lado, muchos grupos que defienden los derechos humanos han expresado su firme oposición a la medida del gobierno: se teme, de hecho, que los civiles sufran represalias por el asesinato de un alto cargo militar. En declaraciones a la Agencia Fides, el analista político indonesio J. Kristiadi no está de acuerdo con la decisión: “Definir a los grupos separatistas como terroristas es muy arriesgado. En Papúa los grupos separatistas son orgullosos luchadores. Luchan por la independencia de Papúa Occidental.
La razón principal de la lucha es política e ideológica. Luchar por los valores políticos es un derecho, como la libertad de palabra, de expresión, de conciencia. Sería preferible condenar los actos individuales de terrorismo y llevar a los responsables ante la justicia”.
Ya que existe el riesgo de una escalada de violencia en la provincia, la Iglesia católica local pide a los líderes militares y a los grupos rebeldes que declaren una tregua para evitar caer en un conflicto generalizado, que traería consigo una emergencia humanitaria y social en la región. Según los líderes católicos, la medida del gobierno de incluir a los separatistas en la lista de grupos terroristas puede desencadenar una escalada de violencia en la conflictiva región del este de Indonesia. Es “una medida improductiva que podría socavar los esfuerzos de los líderes religiosos para forjar la paz en la región”, dice una nota de la Diócesis de Timika, en Papúa. En la carta enviada a la Agencia Fides, el padre Marthen Kuayo, administrador apostólico de la diócesis de Timika, dice: “Nosotros, líderes de la Iglesia católica en la diócesis de Timika, estamos profundamente preocupados por la reciente violencia y la respuesta que ha aumentado la tensión en Papúa en las últimas semanas”. “Son los civiles -señala- las primeras víctimas inocentes de los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas de seguridad”, y a menudo familias inocentes son desplazadas o incluso víctimas del fuego cruzado. La Iglesia local pide a los militares y a los líderes separatistas “que den muestras de moderación y observen un alto el fuego para encontrar juntos una solución digna, humana, abierta y respetuosa”. El enfoque puramente militar del gobierno, señala el texto, no ha logrado hasta ahora abordar los problemas de la región y “sólo ha creado odio entre la gente”, mientras que “es necesario reconstruir la paz y la justicia en Papúa”.
(MH-PA) (Agencia Fides 6/5/2021)
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