Bourzanga (Agencia Fides) – “La situación de los desplazados internos en la parroquia de Bourzanga es de absoluta emergencia. Como consecuencia de los ataques de las milicias que comenzaron en 2015, se ha producido un gran desplazamiento de personas. Los ataques comenzaron en Ouaga, en la frontera con Mali, y se extendieron a nuestra parroquia, donde han sido atacado pueblos de nuestro territorio. Algunos cristianos han sido asesinados simplemente por ser cristianos. Esto ha provocado el miedo y la huida de la población. Al principio, todos los cristianos abandonaron el lugar y nosotros los acogimos en la parroquia. Más tarde, los musulmanes también acudieron a la zona. La parroquia ha acogido a todo el mundo y en nuestro terreno de 9 hectáreas, en dos meses hemos acogido a más de 36 mil personas”. Así lo explica a la Agencia Fides el padre Bertrand Sawadogo, párroco de Bourzanga, refiriéndose a la situación de los desplazados internos en su parroquia.
“Hemos acogido a la gente en las habitaciones disponibles, en los centros de acogida, en los alojamientos que las hermanas habían dejado y también al aire libre, a veces bajo los árboles. Fui al ayuntamiento a pedir que las escuelas, los colegios y los espacios públicos acojan a la gente. Entre los refugiados, muchos llegaron sin nada. Así que, con la ayuda de OCADES (Cáritas Diocesana), conseguimos ayuda alimentaria. Luego llegaron otras ONG, como Catholic Relief Service y Missio Munich, que también nos dan una mano con ayuda humanitaria”.
“Durante este periodo -continúa el párroco- hemos recibido varias veces la visita del obispo, que ha venido a animar a estos evacuados. Seguimos recibiendo regularmente a personas desplazadas. Cada día llegan entre 40 a 100 personas que vienen a pedir ayuda. De momento no nos queda nada, pero seguimos intentando escucharles, aconsejarles, orientarles para que encuentren consuelo y una posible solución a su sufrimiento”.
Huyendo de la violencia en sus localidades, muchos burkineses buscan refugio en lugares considerados pacíficos. Ante la afluencia masiva de desplazados, el párroco recuerda de nuevo las necesidades acuciantes de seguridad alimentaria y atención sanitaria para los ya presentes y para los recién llegados. La condición de los desplazados es precaria: viven en refugios muy precarios hechos de lonas, que se recalientan por el alto calor y se deterioran rápidamente. Los niños han tenido que abandonar la escuela. La diócesis de Ouahigouya, a través de Cáritas Diocesana y sus organizaciones asociadas, está tratando de abordar este tema para aliviar algunas de las dificultades.
Desde 2015, Burkina Faso atraviesa una crisis de seguridad sin precedentes como consecuencia de los ataques cada vez más recurrentes de grupos armados no identificados, a menudo milicianos yihadistas, que se han extendido a diferentes regiones del país, especialmente las del Sahel, el Norte, el Centro-Norte y el Este. Estos ataques, así como las operaciones contra los grupos armados, han provocado progresivamente desplazamientos internos masivos de la población. Según el último informe del Alto Comisionado para los Refugiados, el 5% de la población total de Burkina Faso, (más de un millón de personas), se encuentra desplazada.
(EZ) (Agencia Fides 8/5/2021)
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