VATICANO, 02 Abr. 19 (ACI Prensa).-
El Papa Francisco dedica una parte de la Exhortación Apostólica Postsinodal Christus vivit (Cristo vive), publicada este martes 2 de abril, a la vocación a la vida consagrada.
Después de explicar que la vocación “puede entenderse en un sentido amplio, como llamado de Dios. Incluye el llamado a la vida, el llamado a la amistad con Él, el llamado a la santidad, etc.”, el Papa habla de la vocación al matrimonio y, a continuación de la vocación a la vida consagrada.
El Pontífice destaca en esta Exhortación, especialmente dirigida a los jóvenes, que “lo fundamental es discernir y descubrir que lo que quiere Jesús de cada joven es ante todo su amistad. Ese es el discernimiento fundamental”.
Una vez subrayado eso, anima “a decirle a cada joven que se pregunte por la posibilidad de seguir” el camino de la vida consagrada. “Si partimos de la convicción de que el Espíritu sigue suscitando vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, podemos ‘volver a echar las redes’ en nombre del Señor, con toda confianza”.
El Papa recurrió también a una experiencia personal: “Algunas veces hice esta propuesta a jóvenes que me respondieron casi con burla diciendo: ‘No, la verdad es que yo no voy para ese lado’. Sin embargo, años después algunos de ellos estaban en el Seminario”.
Por lo tanto, “el Señor no puede faltar a su promesa de no dejar a la Iglesia privada de los pastores sin los cuales no podría vivir ni realizar su misión. Y si algunos sacerdotes no dan un buen testimonio, no por eso el Señor dejará de llamar. Al contrario, Él redobla la apuesta porque no deja de cuidar a su Iglesia amada”.
Insistió en que “en el discernimiento de una vocación no hay que descartar la posibilidad de consagrarse a Dios en el sacerdocio, en la vida religiosa o en otras formas de consagración. ¿Por qué excluirlo? Ten la certeza de que, si reconoces un llamado de Dios y lo sigues, eso será lo que te hará pleno”.
“Jesús camina entre nosotros como lo hacía en Galilea. Él pasa por nuestras calles, se detiene y nos mira a los ojos, sin prisa. Su llamado es atractivo, es fascinante. Pero hoy la ansiedad y la velocidad de tantos estímulos que nos bombardean hacen que no quede lugar para ese silencio interior donde se percibe la mirada de Jesús y se escucha su llamado”.
Mientras tanto, “te llegarán muchas propuestas maquilladas, que parecen bellas e intensas, aunque con el tiempo solamente te dejarán vacío, cansado y solo. No dejes que eso te ocurra, porque el torbellino de este mundo te lleva a una carrera sin sentido, sin orientación, sin objetivos claros, y así se malograrán muchos de tus esfuerzos”.
Por el contrario, invitó el Papa, “busca esos espacios de calma y de silencio que te permitan reflexionar, orar, mirar mejor el mundo que te rodea, y entonces sí, con Jesús, podrás reconocer cuál es tu vocación en esta tierra”.
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