(ZENIT – Roma).- El papa Francisco en una rueda de prensa realizada ayer martes en el avión que le traía de regreso a Roma desde Suecia, respondió sobre su reciente encuentro con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y aseguró que “el diálogo es la única vía para todos los conflictos, o se dialoga o se grita”.
Señaló también que el presidente de Venezuela pidió una cita cuando su aeronave proveniente de Oriente Medio hizo una escala técnica en Roma. “Cuando un presidente lo pide, se le recibe”, dijo el Santo Padre que precisó: “Lo escuché media hora, le hice alguna pregunta y escuché su parecer”, ya que “siempre es bueno escuchar el parecer de todos”.
Aseveró que “el diálogo es la única vía para todos los conflictos, o se dialoga o se grita. Con el corazón, le entro con todo al diálogo, creo que hay que ir por ese camino” dijo, aunque señalo que, !no sé cómo va a acabar…”.
El Pontífice recordó que en el diálogo participa el presidente Rodriguez Zapatero, ex jefe del gobierno español y que “ambas partes pidieron a la Santa Sede que estuviera presente”.
Francisco indicó también que la Santa Sede designó al Nuncio en Argentina”. Y volvió a indicar que “el diálogo que favorece la negociación es el único camino para salir de los conflictos. Si esto se hubiera hecho en Medio Oriente, cuántas vidas se habrían salvado”.
Desde Venezuela, indican que la Asamblea Nacional suspendió ayer martes la sesión de comparecencia del presidente del país, Nicolás Maduro, que iniciaría una especie de juicio político al mandatario.
El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, perteneciente a la oposición declaró que la decisión de la bancada mayoritaria de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) sigue una petición del Vaticano, con la intención de favorecer el diálogo en Venezuela.
La oposición suspendió además la movilización programada para mañana, que hubiera concluido delante del Palacio de Miraflores.
El cardenal arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, por su parte había pedido dos días atrás, que se suspendiera la manifestación programada para mañana jueves, y que “Tampoco se debe seguir alentando esas marchas contra la Asamblea Nacional, que tiene derecho a seguir deliberando en paz”.
El cardenal se basó en los hechos violentos de febrero de 2014, cuando durante las protestas “grupos armados actuaron a sus anchas” y hubo “muchísimos muertos” que son “achacables a estos grupos”. Añadió que en dichos hechos de violencia “no ha habido justicia para esos muertos que se provocaron en la represión de las manifestaciones de la oposición”.
El jefe de la opositora AN, Julio Borges, señaló que se realizó una reunión con representantes del Vaticano, y que fueron realizadas cinco peticiones, una de las cuales es adelantar las elecciones presidenciales, previstas para 2019.
Otro de los puntos es que se liberen a opositores encarcelados, considerados presos políticos; que se permita la entrada de alimentos y medicinas para la población; un nuevo árbitro electoral que sustituya al Consejo Nacional Electoral; y un eventual “gobierno de unidad nacional”.
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