(ZENIT – 17 Nov. 2017).- La Santa Sede estima que entre 6.000 y 7.000 personas de bajos recursos participarán en la misa el próximo domingo, 19 de noviembre, en la Basílica de San Pedro, a las 10 horas, con motivo de la Jornada Mundial de los Pobres.
Los pobres provienen principalmente de Europa (Italia, Francia, España, Alemania y Polonia) pero también hay muchos migrantes y refugiados de todo el mundo. Muchos de ellos estarán acompañados por organizaciones benéficas, pero también de otras pequeñas realidades parroquiales, según la Oficina de Prensa del Vaticano.
A este Día Mundial de los Pobres asistirán voluntarios, asociaciones y personas pobres. Uno de los lectores en la misa es un refugiado sirio (Tony). En la oración de los fieles participarán un peruano y un brasileño, ambos necesitados, que han logrado estar en Roma gracias a dos becas.
Los monaguillos, una docena de jóvenes pobres, migrantes o sin hogar, fueron invitados por el Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización, organizador del evento.
El Ofertorio lo hará una familia necesitada en condiciones precarias, procedente de Turín, con una niña pequeña de un año, enferma de fibrosis quística. Junto con el agua y el vino para la Eucaristía, en el Ofertorio será llevado el pan que hacen todos los días en una organización de caridad, para distribuirlo en comedores solidarios.
Al final de la celebración, 1.500 de ellos serán recibidos en el Salón Paul VI para participar en una comida con el Papa. Los otros serán transferidos a comedores católicos, seminarios y universidades para participar en un almuerzo festivo.
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