El Papa Francisco, hombre de discernimiento y de conocimiento del corazón. P. Ángel Rossi SJ

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(RV).- “Hoy no es distinto de como era antes. Lo distinto quizás, es que está más contento. Hay un estado de gracia de la alegría”. Es el padre Ángel Rossi quien habla, sacerdote jesuita argentino, quien a partir de su experiencia de ocho años compartidos en la misma casa con el entonces padre Jorge Mario Bergoglio, habla de algunos aspectos de la personalidad de quien hoy es el Papa Francisco:

“Si tuviera que hablar de aspectos que definan al Papa Francisco, por un lado diría que es un hombre de discernimiento y de una inteligencia intuitiva. Los monjes antiguos hablaban de la “cardiognosis”, el conocimiento del corazón, y yo diría que el Papa Francisco tiene esa ‘enfermedad’” – bromea. “Significa que posee una capacidad de conocer, necesita poco para ‘pescar’ al que tiene al frente. Dios lo va llevando casi por intuición, me parece. El Santo Padre va a la deriva de lo que Dios le va sugiriendo, y seguramente, él será el primer sorprendido”.

La segunda cosa es que si hay algo que define al Papa Francisco es la misericordia, prosigue el padre Rossi, y explica el por qué: “tiene una capacidad de cuidar la fragilidad de la persona”. “Puede ser de un amigo o de un enemigo pero en la fragilidad él se olvida de las diferencias y te cuida como si fuera una madre. Esto lo he experimentado yo y lo he visto en diversas circunstancias. Un hombre de una profunda misericordia en los gestos, y en el ministerio del perdón, propia del sacerdote”, añade.

El tercer aspecto que define a Francisco según el sacerdote jesuita es la caridad: “es un hombre de caridad”, que “no sólo la proclama sino que la vive. Lo que antes era más doméstico ahora es universal”. “Algunos hablan de populismo, de ninguna manera, simplemente es un hombre cercano a la gente a quien le late el corazón sobre todo frente a las necesidades. Es un hombre de una caridad generosa y a la vez silenciosa”. Por eso, precisa, “los sencillos lo disfrutan, los demás lo sufren”. “La gente sencilla le ‘pesca la gracia’ al Papa Francisco, hay una sintonía muy misteriosa que posiblemente está en el Evangelio, que es de los sencillos. Los demás, los que jugamos a ‘intelectuales’ quizá no llegamos a ‘pescar’ la plenitud, como los sencillos, del corazón del Papa Francisco”.

Sobre la influencia de la espiritualidad ignaciana en el magisterio del Papa Francisco, el padre Rossi reitera que se evidencia fundamentalmente en el sentido del discernimiento del pontífice: “La espiritualidad ignaciana es amar y servir, es ser contemplativos en la acción, y creo que el Papa Francisco encarna esto”. “Es un hombre de discernimiento, lo que implica capacidad de silencio, flexibilidad, que no es laxitud, sino capacidad de dejarse dirigir por el Señor en circunstancias concretas, y puede ser que por esto a veces el Papa Francisco desconcierta, porque no queda ‘pegado a las reglas’, sino que va a la deriva de lo que Dios le va sugiriendo”, y  así, explica el padre Rossi, “puede tener el gesto más ‘revolucionario’ y de golpe sorprender con el gesto más ‘ortodoxo’ o tradicional. Y yo creo que eso es propio de la espiritualidad ignaciana”.

El padre Ángel Rossi SJ es el fundador de “Manos Abiertas”, una organización de inspiración cristiana que comenzó como un hogar para personas en situación de calle, y que hoy atiende a cientos de personas indigentes, enfermos terminales y huérfanos en diversas provincias de la República Argentina. Es autor de numerosas publicaciones y libros espirituales, destinados a abordar y orientar las diferentes realidades tanto de la juventud como de la adultez, de la educación como de aquellos que se dedican al acompañamiento espiritual.

(Griselda Mutual – Radio Vaticano)


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